El Palmarés de San Sebastián queda 'en casa' de Cameo

01 de octubre de 2012
El Palmarés de San Sebastián queda 'en casa' de Cameo
Tanto el Premio FIPRESCI como la entusiasta recepción crítica obtenida en Toronto presagiaba lo que finalmente nos ha deparado "Dans la Maison" a su paso por Donosti. Un cerrada ovación traducida en la mejor película de François Ozon, merecedora de la Concha de Oro y el Premio al Mejor Guión en su ilustre 60 edición. Para nuestra alegría, y como ya viene siendo tradición, la Concha de Oro llegará a Cameo, esta vez, junto a sorprendentes invitados 'de la casa' como la "Blancanieves" de un arrojado Pablo Berger o "El Muerto y Ser Feliz" del insobornable Javier Rebollo. Y por si fuera poco, las perlas que más han brillado en San Sebastián, también quedan 'en casa'.


EL PALMARÉS


DANS LA MAISON - CONCHA DE ORO Y MEJOR GUIÓN


Una Concha de Oro traducida en un voraz divertimento, cuya inteligente fusión entre su originario espíritu teatral y enfermizo amor literario, provoca que la realidad sepa a poco y la imaginación a mucho, tejiendo así un perverso artefacto cómico (y no tan cómico) entre cuyas múltiples capas, damos también con "La Ventana Indiscreta" de Hitchcock, el "Teorema" de Pasolini o el "Annie Hall" de Woody Allen.


 


BLANCANIEVES - PREMIO ESPECIAL DEL JURADO Y MEJOR ACTRIZ


Una emocionante (e inolvidable) experiencia sensorial en forma de evocador homenaje al séptimo arte, cargada de pinceladas de humor surrealista, esencia dramática, y un poderío musical que, a través de su monumental puesta en escena, coquetean con clase y elegancia entre la España taurina más cañí y el imaginario más freak.


 


EL MUERTO Y SER FELIZ
- MEJOR ACTOR Y PREMIO FIPRESCI

Javier Rebollo se echa a la carretera con "El muerto y ser feliz", una pequeña comedia minimalista cuyos toques de nouvelle vague, aires de western, esencia quijotesca y humor absurdo, provocan que también respire un gran cine.


 


FOXFIRE - MEJOR ACTRIZ


Quien lo diría, el nuevo Laurent Cantet nos lleva a los años 50' y baila al ritmo del rock n' roll. Pero no nos equivoquemos, "Foxfire" es una película que nos lleva a una época pero no a una película de época, más bien, a una película de utopía. Y ahora sí, todo suena cada vez más a Cantet, y lo que parecía un giro en la filmografía del director de "El Empleo del Tiempo", acaba por erigirse en una continuación en esa mirada adolescente tan bien dirigida en "La Clase" y en esa firme disección del pensamiento filosófico, político y existencial de una juventud que, a pesar de viajar medio siglo atrás, sintomatiza los mismos problemas que aún sigue padeciendo hoy día.




LAS PERLAS CON MÁS BRILLO


AMOUR


Una nueva obra maestra rebosante de cariño, sentimiento, y en definitiva, amor en todas su vertientes, pero principalmente en la vertiente Haneke, quien por vez primera en su inteligente filmografía abandona el espectro social para sumergirse en la desgarradora intimidad de un amor profundo, desnudo, pero también extremadamente doloroso. Sin un ápice de romance pero con estoica ternura, Michael Haneke vuelve a propinarnos otra austera y frontal bofetada con la pequeña (gran) diferencia que esta vez lo hace con todo su amor. Un "Amour" que, precisamente, nunca muere a pesar de que el cuerpo que lo habita se pudre.


 


NO


Con un dispositivo formal deudor de aquellos (no tan) maravillosos 80, con una imagen opaca, sucia, desgastada, digna del peor VHS, pero que en este singular caso se erige en el mejor vehículo posible (con premiso de la mano de Larrain y el trabajo de Gael) para trasladarnos el devenir de una campaña cuyo objetivo es derrocar una dictadura. Y lo hace con mesura, sin grandes alardes, con estimulantes pinceladas de humor y con un riguroso poderío evocador que tampoco necesita abusar de la nostalgia kitsch con formalismos innecesarios. En "No" todo es un "Sí" para Pablo Larrain y su cine.


 


BEASTS OF SOUTHERN WILD


Magia, poesía y realismo convergen en una sola mirada, la de una niña de 6 años que revierte la triste realidad en un desgarrador y feroz imaginario, justamente lo mismo que Benh Zeitlin hace con su insobornable ópera prima.


 


CÉSAR DEBE MORIR


Nadie apostaba por ella en la pasada Berlinale, sus directores tienen más años que Leonard Cohen y sus últimas películas añadían razones para la desconfianza. A uno y otro les basta con hora y cuarto de metraje para plantarse con una recreación carcelaria del "Julio César" de Shakespeare que dejaba a cualquier otra película vista en el festival en ejercicio amateur. Un grupo de presos (asesinos, estafadores, violadores) representan/reviven una obra de teatro. A ratos thriller, a ratos comedia, a ratos documental, al final una tragedia inolvidable merecedora de un Oso de Oro con todas las de la ley.


 


EL IMPOSTOR (AVALON)


El documental del año. La historia de un chaval que se hace pasar por el hijo desaparecido de una familia del Medio Oeste Americano. El problema es que el hijo es rubio y él es moreno, además de francés y diez años mayor que el chico desaparecido. Bueno, en realidad el problema (y la película) nacen en el momento en que la familia lo acepta y dice que sí, que ese es el hijo desaparecido. Thriller fascinante. Obra de culto desde ya.


 


THE ANGEL'S SHARE


Realismo, denuncia social y búsqueda de identidad ya son parte de la imagen de Ken Loach, pero ¿qué ocurre si añadimos whisky, hurtos y paternidad a la mezcla? Sin duda, un buen trago de Loach, o lo que es lo mismo, “The Angels' Share”, Premio del Jurado en el Festival de Cannes y Premio del Público en el Festival de San Sebastián.